Tenemos dos variedades, una es la maravilla y la otra la francesa.
Lo primero que hemos hecho ha sido trabajar un poco la tierra removiéndola con la azada
Después hemos allanado y nivelado la tierra con el rastrillo.
Para que el surco nos saliera recto nos hemos ayudado con unos palos y una cuerda tal y como véis en las imágenes.
Con la azada, vamos abriendo el surco y echamos la tierra a izquierda y derecha para crear las crestas.
Colocamos los planteles de las lechugas antes de plantarlas para saber cuántas nos caben a cada lado. Entre plantel y plantel hemos dejado un plantador o un palmo de separación.
Cuando ya las hemos plantado todas, regamos. Primero hacemos una pasada general en forma de lluvia y luego dejamos que salga abundante agua de la manguera en el centro del surco.
Es el momento de ver si hay desniveles o si se concentra el agua más en un lado que en otro. Si vemos que se nos acumula mucho agua en un lado podemos hacer una presa.
Hoy hemos hecho un gran trabajo!!
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